Comenzamos ÓS con el deseo de honrar de mejor manera nuestro tiempo y energía juntos. Y así, a través del estudio de nuestros ciclos y patrones, aprendimos sobre la simbología del círculo y las formas en las que se puede aplicar para mejorar nuestras relaciones. Los círculos han trascendido el tiempo y la cultura como un poderoso símbolo de unidad, enfoque y comunicación. Más allá de su forma física, pueden enseñarnos conceptos más profundos:
Unidad y Totalidad: El círculo, sin principio ni fin, representa un ciclo completo. Esto puede verse como una metáfora del flujo de información y energía, que circula y se transforma constantemente dentro de un grupo.
Ciclicalidad: los círculos reflejan los patrones cíclicos de la vida, recordándonos que la comunicación es un proceso continuo. La forma en la que interactuamos en un momento impacta al siguiente.
Potencial infinito: el círculo, sin esquinas ni bordes, simboliza el potencial ilimitado. Esto puede inspirarnos a abordar la comunicación con una mente creativa y abierta
Enfoque: El centro de un círculo puede representar un punto focal, esto nos recuerda en centrar nuestra energía en lo que realmente importa en la conversación.
Conectamos esta enseńanza con la forma en la que nos comunicamos los unos a los otros.
Así, creamos esta práctica de “Abrir y Cerrar Circulo”:
Es sencillo; empezamos saludándonos, comunicamos cuánto tiempo y energía tenemos, y lo más importante, lo que a cada uno de nosotros nos gustaría compartir en la conversación.
Abriendo y cerrando círculo con Intención
Generalmente lo hacemos así:
Abriendo Círculo
Preparamos individualmente nuestro espacio con las herramientas que creemos que nos ayudarán en nuestra conversación. Asimismo, almacenar cosas que fácilmente podrían distraernos es tan efectivo como tener lo que nos apoye.
Compartimos lo que nos gustaría expresar antes de comenzar. De esta manera nos aseguramos de estar en sintonía con respecto a nuestro tiempo, niveles de energía y la intención compartida de nuestra sesión.
Cerrando Círculo
Hacemos un check-in 10-15 minutos antes de la hora de partir.
Compartimos reflexiones y/o conclusiones.
Finalizamos la conversación compartiendo sobre los próximos pasos a dar, notas de gratitud, etc.
Las conclusiones de nuestra práctica
Esto ha hecho sentido para nosotros que vivimos en diferentes países con diferentes zonas horarias y agendas. Así, cuando tenemos la oportunidad de vernos, dejamos nuestros teléfonos a un lado y nos damos toda nuestra presencia.
Esto no es algo que practiquemos todo el tiempo, pero ya hemos sentido mejoras en estas áreas:
Tiempo: Respetamos el tiempo y la atención de todos y brindamos nuestra presencia plena durante el tiempo asignado.
Especialmente porque ahora asumimos más responsabilidades y tenemos que gestionarlas y comunicarlas con más personas.
Energía: Somos más discernidos con lo que nos gustaría compartir y hablar en nuestro tiempo juntos.
Esto nos ayuda a no perdernos en tangentes o centrarnos en algo equivocado.
Comunicación: El check-in nos permite escuchar las consideraciones del otro.
Esta es una práctica que nos permite expresarnos antes de entablar una nueva conversación.
Toma solo lo que pueda funcionar para ti (nosotros también disfrutamos del tiempo sin estructura) y deja lo que no funcione.
Si deseas comenzar a practicar la escritura junto con los ciclos de la naturaleza, considere nuestro Libro de trabajo. Escríbenos un mensaje si tienes alguna pregunta o comentario :)
Comments